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Unidad 7: La Convivencia Social

Unidad Didáctica 7: La Convivencia Social

Los cristianos viven en el mundo y, como se ha visto en la unidad anterior, han de asumir compromisos en pro del bien común y a favor de un mundo mejor. En La Biblia, los Mandamientos de la ley de Dios se ofrecen como normas de conducta que manifiestan la fidelidad del pueblo de Israel a su alianza con Dios. El cumplimiento de estas normas, además, garantiza el bien común y es la base que asegura una buena convivencia social. Jesús asume estos mandamientos y los perfecciona tanto en su espíritu como en su proyección, que es el amor a Dios y al prójimo. Este amor, que es uno, puesto que el amor a Dios es inseparable del amor al prójimo, constituye el eje en torno al cual se desarrolla la vida del cristiano y su comportamiento moral.

Un mandamiento nuevo nos da el Señor que nos amemos todos como nos ama Dios.


Ahora bien, amar no se limita a no hacer daño o a no causar un mal; amar es hacer el bien y, en este sentido, Jesús da un nuevo impulso al espíritu de los Mandamientos superando las barreras y limitaciones de la legislación judía al respecto. Ésta excluía de la sociedad a muchas personas: pobres, marginados, enfermos, pecadores, extranjeros..., a quienes no se les consideraba dignos de ser amados. Y es por estas personas por quienes Jesús siente una predilección especial: los acoge, los acepta, los ayuda, los hace objeto de su amor y los trata como a los preferidos de Dios. Tal es el camino que Jesús pide seguir a sus discípulos; es el camino del amor a Dios y al prójimo y, por ello, el camino para lograr un mundo mejor.


Himno:  Cristo te necesita para amar (Cesáreo Gabaraín)




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