Perdona nuestras ofensas ... |
Hasta ahora, se ha presentado la vida comunitaria y celebrativa de los cristianos. Pero, como ocurre en todas las relaciones personales, las relaciones en la comunidad no son perfectas y pueden surgir conflictos que provoquen una ruptura en las relaciones. Esto es fácil de entender porque esta experiencia la ha vivido prácticamente todo el mundo.
La unidad didáctica se articula a partir de la ruptura de una relación hasta su restablecimiento. A la posibilidad de recuperar una relación dañada la llamamos perdón. Este perdón es el que Dios ofrece, de manera incondicional e ilimitada, a los hombres y mujeres que se han alejado de Él y de sus hermanos (el resto de la comunidad cristiana). La parábola del hijo pródigo que Jesús cuenta a sus discípulos muestra este amor de Dios a sus criaturas, igual que un padre ama a sus hijos.
Jesús no sólo “habla” del perdón de Dios, sino que lo vive intensamente, lo comunica a los pecadores y otorga a la Iglesia el poder de seguir haciendo lo mismo a lo largo de la historia. La reconciliación de los hombres con Dios se pone de manifiesto en la oración de los primeros cristianos durante la celebración eucarística. Esta reconciliación se realiza plenamente y de forma definitiva en el Sacramento de la Penitencia o de la Reconciliación mediante el cual la Iglesia recibe, otorga y celebra el perdón de Dios.
Actividades: Parábola del Hijo Pródigo
Incluye páginas para colorear, laberinto, crucigrama, sopa de letras y otros.
Himno: PESCADOR DE HOMBRES Presentación Electrónica
Reflexión: Perdonar Setenta Veces Siete | |||||
Autor: P . Clemente González | Fuente: Catholic.netMateo 18, 21-19,1. Al perdonar encontramos paz en nuestra vida. Aunque sea costoso y se oponga a nuestros sentimientos. | |||||
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Actividades: Parábola del Hijo Pródigo
Incluye páginas para colorear, laberinto, crucigrama, sopa de letras y otros.
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